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Transporte de Pasajeros

Viajes de campaña: En el ómnibus de Lagreca fuimos hasta Cerros de Vera


02.10.2022
Viajes de campaña: En el ómnibus de Lagreca fuimos hasta Cerros de Vera

La empresa Lagreca tiene tres servicios que podrían denominarse “rurales”, en el departamento de Salto. En el año 2013, por primera vez viajé en uno de sus ómnibus con destino a Cuchilla de Guaviyú. La empresa Lagreca tiene tres servicios que podrían denominarse “rurales”, en el departamento de Salto. En el año 2013, por primera vez viajé en uno de sus ómnibus con destino a Cuchilla de Guaviyú. Este año nuevamente me subí a un ómnibus de Lagreca para conocer lo profundo de la campaña salteña, así como a su gente. > Por Claudio Techera

Caminos feos, paisajes hermosos Caminos feos, paisajes hermosos y GENTE ESPECTACULAR

Minutos antes de las 5 de la mañana estábamos en la terminal de ómnibus de Salto. Nuestro viaje, con destino a Cerros de Vera, antes llegaba hasta Paso de las Piedras de Arerunguá; debido a la baja demanda ya no llega más hasta esa localidad.

El ómnibus, un Mercedes Benz con carrocería Nielson de finales de los 80’, por su mecánica sencilla y su fuerte estructura es de los pocos que aguantan los caminos rurales.

Hugo Dávila es conductor de Lagreca y a quien vamos a acompañar en este viaje; su jornada había comenzado en los talleres de la empresa, cargando y seleccionando los pedidos para la campaña.

Puntualmente a las 5 de la mañana salimos de la terminal de Salto rumbo a la ruta 31 por donde vamos a circular durante unos 38 kilómetros, para luego ingresar a los caminos de la campaña salteña.

Una vez que dejamos la ruta, la velocidad del ómnibus disminuye sensiblemente, los caminos están en muy mal estado y le pasa factura a la carrocería del ómnibus. Hugo, el conductor, conoce cada detalle del camino. A los pocos minutos baja el primer pasajero, frente a la entrada de la Estancia Santa Paula.


Luego de circular más de dos horas, la mayoría del tiempo por mala caminería, llegamos a Puntas de Valentín y la primera parada es el comercio que atiende María y su esposo.

Dávila selecciona el pedido que tiene que bajar en el comercio y dialogamos un breve instante con María a quien consultamos en primer lugar sobre el abastecimiento de su comercio. “Nosotros vamos hasta Salto a buscar mercadería porque acá no llega nadie, con el estado de los caminos demoramos tres horas, algunas cosas nos las trae el ómnibus de Lagreca”, nos cuenta.
Luego de que bajen algunos pasajeros y encomiendas nos seguimos internando en la campaña profunda de Salto. Faltan más de dos horas para llegar hasta Cerros de Vera, a medida que avanzamos la claridad del día nos permite ver el hermoso paisaje y en nuestro camino bajan solo unos pocos pasajeros y otros que se arriman para recibir su encomienda.

Llegamos a Cerros de Vera
A las 9 y 20 horas llegamos a Cerros de Vera; el conductor del ómnibus además de bajar los bolsos en los comercios, baja los pedidos; algunos vecinos se arriman a charlar, otros simplemente esperan sus encomiendas y se van.

Sin lugar para quedarme ni otro medio para salir de ese poblado, me tenía que volver en el mismo ómnibus a Salto, así que el poco tiempo lo aproveché para conocer y hablar con su gente.

En primer lugar, me recomendaron conocer la caída de agua del Arroyo Vera, y quienes me lo recomendaron no se equivocaron, la caída de agua con el fondo de los cerros es un lugar que vale la pena conocer.

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> Hugo Davila, conductor

Según el censo del año 2011, en Cerros de Vera viven 160 personas. Pude comprobar que había muy poca gente, muchos de sus pobladores trabajan en la campaña y vienen de vez en cuando al pueblo.

Los paneles fotovoltaicos alimentan de electricidad al pueblo; y temas como el de la salud merecen un capítulo aparte.

En el viaje desde Salto, entre los pasajeros venía Marcia Carpanessi. Ella es médica intensivista y desde muy joven sintió pasión por desempeñarse en el medio rural ya que como comprobamos, lo suyo es vocacional.

El contraste de ejercer su noble tarea en Montevideo y en la campaña salteña lo maneja a la perfección, imaginamos que lidiando con la falta de herramientas e insumos para atender de la misma manera a los ciudadanos de la ciudad y a los del campo.

Carpanessi no solo atiende en la policlínica de Cerros de Vera, viaja a otras localidades que aún están más aisladas para cumplir su función que muchas veces como tantas tareas que se desempeñan en el Uruguay profundo, no son debidamente reconocidas.

Luego de la amena charla partimos nuevamente a tomar el ómnibus de Lagreca, y cuando vamos a subir una pasajera le pregunta si puede viajar con un perro cachorro, a lo que Dávila, el conductor, le responde afirmativamente. Vamos saliendo del pueblo no sin antes subir a otros pasajeros y recibiendo encargues de algunos vecinos para el próximo viaje que será dentro de cuatro días.


El regreso a Salto
A las 10:00 dejamos Cerros de Vera y volvemos a circular por el pésimo camino que nos va a llevar hasta la ruta 31, pasando nuevamente por Puntas de Valentín como a la ida, y ahora en el viaje de regreso nos recibe al mediodía.

Luego de hacer algunos kilómetros llegamos a un cruce de caminos donde está la Escuela N° 63 Boquerón de Cañas; en ese punto un padre esperaba a su hijo y la auxiliar de servicio mandaba una encomienda.

Lourdes, la auxiliar de la Escuela, nos contó que “acá vienen cinco niños, algunos desde muy lejos vienen todos los días”.

En ese lugar también dialogamos con Milton, trabajador rural que esperaba en su moto a su hijo y fue quien nos contó lo siguiente: “Hace unos 20 años me vine de Pueblo Quintana para Cerros de Vera, y ahora trabajo de encargado de un establecimiento”.

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Como nos había explicado el chofer del ómnibus, Hugo, llegamos al mediodía a Puntas de Valentín donde paramos unos minutos en el mismo comercio que pasamos a la mañana, pero ésta vez, María atiende a los pasajeros en la parte del comedor llamado “Mini Grill DAY PAZ”, una buena oportunidad para comer algo al paso.

Mientras tanto, recorremos el pueblo con su iglesia, su comisaría cerrada y nos encontramos con el mecánico y gomero de Puntas de Valentín, quien tiene un veterano camión Chevrolet que utiliza ocasionalmente.

Ya dejando este pueblo atrás, pasamos por la Escuela para recibir unas encomiendas y volvemos al camino; algunos pasajeros suben y otros bajan como la joven que venía con su mascota. En ocasiones el ómnibus circula fuera del camino ya que es menos riesgoso que hacerlo por el mismo, y los vehículos en algunos tramos realizan una traza paralela para evitar las peores partes.

Cuando llegamos al final del camino, nos vamos por la ruta 31 hacia Salto y sobre las 14 horas llegamos a la terminal de Salto; nueve horas después de nuestra salida de ese mismo punto.