JULIO IZQUIERDO: “SOLFY para mí es sagrada”
Desde muy joven Julio Izquierdo sabía que lo suyo era el transporte. Sus primeros años en el sector fueron muy duros, pero nunca claudicó en su afán por conseguir un trabajo estable en la actividad.
Luego ingresó a una empresa que lo marcó para siempre y que solo abandonó por una mejora económica para él y su familia. Sus recuerdos en SOLFY son muy gratos y parte de ellos los compartió con nosotros.
¿Cuándo comenzó a trabajar en el ómnibus?
Comencé a trabajar como guarda en el año 1983 en la empresa COITUR que iba a Delta el Tigre. Los ómnibus eran contratados y me pusieron en el 59, un Mercedes Benz Nicola que había sido de Canelones, Santa Lucía.
En Delta el Tigre estaba CITA pero a pesar de eso COITUR trabajó muy bien en sus inicios. CITA llevaba mucho a los que tenían abono, nosotros a los demás, había turnos que viajábamos completos; COITUR fue un furor en los primeros tiempos en esa zona.
El dueño de ese ómnibus vivía cerca de casa y trabajé bastante ahí, incluso cuando iba expreso a sacar pasaje al Delta lo manejaba y al tiempo saqué la libreta. Primero no me animaba, había manejado taxi y camión, pero ese bus era muy largo. Después con la libreta ya lo manejaba cuando le llevaba el ómnibus de la casa de un socio a otro, y durante la línea era guarda. Trabajaba todo el día ya que estaba a porcentaje por venta de boletos.
Al tiempo el dueño de ese ómnibus se fue a trabajar a la empresa COOMOCA y me fui a trabajar con él haciendo los servicios que tenía esa empresa en el departamento de Canelones.
¿Cuál fue su primer trabajo como chofer?
En la empresa Pocho Tour tenía tres micros, todos con chasis Mercedes Benz y carrocerías nacionales, dos fabricados en Rivera por Rangel y uno en Montevideo por carrocerías Orejano. Esos micros trabajaron para COITUR y ya trabajando para COOMOCA quedé como chofer y guarda. Además hacíamos turismo.
Durante un tiempo se anunció que ONDA se iba a asociar con COOMOCA y llegué a trabajar con instructores de ONDA manejando los coches que había puesto esa empresa; hasta corbata teníamos que usar. Se pensaba traer unos Mercedes Benz que ONDA tenía en Rocha pero como estaba todo embargado no prosperó y hubo que volver a lo de antes en condiciones precarias. Finalmente COOMOCA cerró.
¿Y dónde trabajó después?
Me fui a manejar un coche contratado en RA.IN.COOP. El 101, un Mercedes Benz; hacíamos la línea 221 a Solymar. El ómnibus no frenaba y había competencia; había que andar rápido, por suerte tenía los guardas de la cooperativa que defendían el trabajo.
Una vez ese ómnibus en Avenida Italia y Veracierto directamente no frenó, y me asusté. Fui a hablar con el dueño, como lo había hecho otras veces, y no me solucionó el problema así que me fui. No daba para más. Yo siempre quise estar en el transporte pero en algo serio.
¿Y cuándo pudo trabajar en una empresa más estable?
Por aquel tiempo me encontré con un compañero que había sido inspector de COOMOCA y estaba trabajando en COPSA. La idea era ir a trabajar en esa empresa por lo que me postulé como conductor.
En esos días este conocido mío encuentra al presidente de SOLFY y le comenta que me iba a ir a trabajar a COPSA, pero inmediatamente él le contesta que quería que me fuera a trabajar con ellos.
En esa época yo no tenía teléfono así que llamaron a un padrino que sí tenía. En SOLFY me ofrecieron trabajo; hacía poco tiempo que se había formado la empresa, yo fui el sexto empleado de SOLFY.
¿Cómo fue trabajar allí?
Empecé a practicar con el “Chiquito” Arnold en el coche 68, hice un viaje a Playa Pascual y otro a Delta el Tigre. Al otro día arranqué solo en el coche 71. Ese fue mi primer trabajo serio en el transporte, tenía un sueldo que cobraba en tiempo y forma, además ahí no había diferencias entre socios y empleados.
Se trabajaba a horario completo y se andaba fuerte; había que cumplir los horarios, ahí todos teníamos la “camiseta” puesta. Después la empresa compró un coche de una puerta sola, un Mercedes Benz que tenía el número 22. Ese coche tenía problemas de electricidad y andábamos de día, ahí trabajé con guarda.
También manejé el 60 haciendo alguna excursión y anduve en el 69. Me acuerdo cuando llegaron los coches nuevos; fue un espectáculo. Me enteré que iba a manejar el 110, que era uno de los nuevos, al momento de llegar a la empresa. Me acuerdo que en el primer viaje salimos con guarda porque todavía no estaban preparados con la boletera; arranqué el 28 de diciembre del 1992 con el ómnibus nuevo.
¿Dónde fueron sus últimos años en el transporte y cuáles son sus mejores recuerdos?
En el año 1996 entré en COME, tenía mejor sueldo que en SOLFY. Me jubilé en COME en el año 2014. De todos estos años en el transporte, SOLFY para mí es sagrada. El trato que recibí allí fue único. Éramos como una familia, a mí me dieron una gran mano para hacerme mi casa, por ejemplo. Me prestaron los ómnibus para ir a buscar la piedra para los cimientos y los bloques. Vinieron a ayudarme a hacer la plancha, yo siento un gran respeto por todo eso. Era impresionante la relación que teníamos. Ahí no había diferencias entre los propietarios y empleados.
