YULIA PERRONE: Tercera Generación de transportistas
Madre, hija y nieta de transportistas es, en parte, como podemos describir a Yulia Perrone, quien desde hace un año conduce un ómnibus urbano por las calles de la ciudad de Rivera.Trabaja en la empresa familiar COR Ltda., tiene cinco ómnibus y 11 conductores que realizan cuatro líneas.
Antes de conducir el ómnibus, ¿qué otras funciones desarrolló en la empresa?
Somos una familia fierrera, mi abuelo y mi padre empezaron con camiones, después mi padre continuó con el ómnibus, algo que siempre me gustó. Primero estudié, me recibí de administrativa y trabajé en la oficina, pero me gustaban los fierros.
En la empresa empecé lavando ómnibus, después me arrimé al taller ayudando al mecánico con la compra de piezas, y luego me mandaron para la oficina de agenciera.
¿Qué nos puede decir sobre la conducción del ómnibus?
Siempre me gustó la ruta y no tanto el urbano, pero es donde comencé y me gusta el trabajo. Hago la línea de quintas al norte, de lunes a viernes; arranco a las 14 horas hasta las 20 o 22 horas, y algún sábado también toca trabajar.
Este trabajo lo tenés que hacer con amor porque no es fácil; el tránsito está complicado pero el trabajo es lindo. La gente de esta línea es buenísima, hay personas mayores que me apoyan, si bien hay gente machista, de la mayoría siempre recibo comentarios agradables.
¿Qué planes a futuro tiene?
Los orígenes de mi abuelo y mi padre vienen del camión, hace tres años compré un camión Scania 112, hacía transporte internacional y la ruta me encanta. Como tengo una hija chica de 5 años de edad, necesito estar cerca, pero cuando crezca me gustaría comprar un ómnibus carretero para hacer excursiones.
¿Cómo está el trabajo?
Después de la pandemia ya no es lo mismo, hay muchos autos que se pueden comprar a 20 o 30 mil pesos, no hay una política de transporte acá que incentive a la gente a tomar ómnibus. La gente que lo toma en Rivera, hoy en día, es por necesidad, porque tiene que trabajar, ir al médico, o sea, como último recurso. Además, hay una variación muy grande, hay días en los que vendés 500 boletos y otros, 80; los costos no cambian por vender menos boletos, es complicado.